Cosas que hace el desespero, se podría resumir. Buen precio, practicidad y (aparente) buena pinta, es lo que nos lleva a las mujeres, a comprar cosas como tal urraca fuese, aún si no se necesita. Es decir la ley de las 3 B: Buena, bonita, barata, si esa misma, que nos lleva al borde del colapso consumista. "que vaina" diría mi abuela, pero bueno muchas mujeres somos así. Ni modo.
Actualmente la situación de mi país no es muy buena que digamos, y la economía es un desastre en sí, tanto que cada vez que el presidente loco que tenemos presenta un aumento, uno llora. (inserte grito de espanto).
Cualquier venezolano cada vez que aumentan el sueldo |
Y pues la mujeres venezolanas como nos gusta estar bellas (o presentables), el aumento nos afecta bastante. Y es que después que descubrimos que algún producto nos queda muy bien, a veces se hace imposible prescindir de el. Algo así como yo con la mascara de pestañas, después que descubrí que me quedaba muy bien, ahora no puedo estar sin una. O sin un delineador.
Y bueno, me he dado a la búsqueda de un delineador y un rimel para llevarlo en la cartera... en realidad, soy de esas que tiene uno en casa, y el otro en la cartera; que les puedo decir, soy mañosa, jajaja. También un delineador a prueba de agua, para ponermelo en la linea de agua, ya que mi piel es grasosa, y lloro por cualquier cosa, en serio.
Los susodichos |
Se ve como pega, se siente como pega, ¡es pega! |
Me decante de nuevo a los delineadores de lápiz, los retractiles, uno me eché un fiasco, decía que era a prueba de agua y se me chorreo al primer vestigio de agua que cayo ese día, y el otro es como que igual pero peor, se caía porque quería, de pana que si, a parte de que un día lo fui a usar y lo conseguí roto. nunca se cayo, nadie lo usaba solo se rompió!
Moraleja de la historia: todo lo que brilla no es oro, y menos en cosmética.
Ahora bien, el delineador de Amuse le debo una reseña pronto en el blog.
Besos mis lindas, nos leemos en un próximo post!!
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